Mimetismo Profesional

Como cualquier especie, todos y cada uno de los seres vivos buscamos construir mecanismos de defensa y estrategias para formar parte de diversos entornos o hábitats, adaptarnos a ellos y vivir como si toda la vida lo hubiésemos hecho de esa forma.

El ser humano no es la excepción y sobre todo en el ámbito profesional, se ha valido de una habilidad que por mucho representa una de las mejores estrategias de defensa y procuración de su adaptabilidad al entorno.

Por definición, el mimetismo es la habilidad que tienen ciertos seres vivos para asemejarse a otros seres u objetos de su entorno, aquellos con los que no se tiene relación alguna, así como a su propio entorno para obtener alguna ventaja funcional, es decir, el mimetismo tiene como objetivo engañar a los sentidos de otros seres vivos que conviven en un mismo hábitat.

Tanto a lo largo de la historia como en la actualidad, existen infinidad de casos y ejemplos que claramente podrían describir la aplicación del mimetismo profesional, y algunos de ellos aluden sin duda alguna a contar con un expertise indispensable para su sobrevivencia e incluso para la protección y salvaguarda de vidas, tal es el caso de los militares.

A razón de ejemplificar algunos casos que en la actualidad se dan y esto a razón de la dificultad para encontrar una oferta laboral o simplemente pasar desapercibidos y evitar un despido, encontramos las siguientes:

  • El contador, de profesión altamente competida en la actualidad, con mucha posibilidad de actuación tanto en lo fundamental de su especialidad como en vertientes administrativas y gerenciales, se encuentra en muchas ocasiones en la necesidad de incursionar en otras actividades, es por ello, que en ocasiones observamos contadores de profesión que ejercen como especialistas en informática, decoradores de interiores o taxistas, sin que alguna de estas sea una actividad menor o discriminante, si no que por orden natural en el marco de su profesión debería realizar.
  • Otro sería aquel profesional de las leyes que debido a la excesiva matrícula que producen las universidades hoy encuentra saturación en el mercado laboral y opta por volverse escritor, redactor u oficinista.
  • Como último ejemplo, tenemos al médico no muy brillante, tanto en su formación como en la práctica y que en aras de obtener un trabajo que le sea más redituable y en el cual pueda crecer a un ritmo un poco más rápido, decide incorporase en las filas de un partido político y hacer carrera dentro. Decenas de reuniones, estrechar relaciones amistosas, apegarse a la líneas y filosofía del partido, ser un soldado ejemplar, entre otras, serán las acciones que tendrá que emprender para hacerse de un espacio y construir su carrera.

Es importar aclarar que el hecho de que un profesional con determinada especialidad pudiera con el paso del tiempo y con base en su formación y experiencia ascender en la estructura organizacional de su empresa y con ello asumir nuevas responsabilidades y retos, esto no necesariamente corresponderá a un caso de mimetismo profesional, que aunque pudiese parecerlo, no lo es. Ésta ampliación de su actuar profesional responde de manera natural al crecimiento en sus capacidades de competencia.

Las siguientes características pudieran ser útiles para detectar a un individuo que aplica  el mimetismo profesional:

  1. Si en una plática sale a colación el tema de a qué se dedica cada quien y alguien responde, soy Licenciado en Economía pero ahora estoy en el ramo automotriz en el área comercial, es decir, vendiendo autos, es sin duda un caso de mimetismo profesional en el que por necesidad se tuvo que adaptar a una segunda actividad profesional para subsistir económicamente.
  2. Alguien que conoce con abundancia diversos temas de diversas especialidades, hablar con él sobre administración y luego dar un giro abrupto y platicar de arte, de medio ambiente, de contabilidad e incluso de política, puede ser signo de alguien que ha invertido parte de su tiempo en reunir las herramientas necesarias para que llegado el momento, pueda mimetizarse y pasar desapercibido en un entorno determinado o bien hacer énfasis de su presencia para sobresalir.

El mimetismo profesional es bueno para quien lo ejerce y logra sacar provecho de él, pero malo para que aquellos que teniendo una formación profesional específica no encuentren una opción laboral debido a la ocupación de ese puesto por alguien que habilidosamente aplicó la estrategia correcta y se mimetizó.

Sin duda alguna, hoy como profesionales debemos estar preparados y robustecidos con nuestro set de capacidades, con el único objetivo de ser competitivos y encontrar las mejores opciones laborales.

La globalización, el acotamiento de distancias con el uso de las tecnologías, las nuevas formas de hacer negocios sobre Internet y ante la difícil situación económica y falta de empleos que impera en nuestro país, nos obligan a nuestra diversificación profesional.

Piénsalo un poco: seguramente tienes habilidades y capacidades adicionales a tu formación profesional y que bien podrías desarrollar, que te permitirían competir en el mercado laboral, y porque no, mimetizarse profesionalmente.

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